La extraordinaria
vida de Mika Etchebehere, una militante argentina que luchó por la causa
republicana en la Guerra Civil Española, quedó registrada en un libro que
vuelve a editarse.
‘Mi guerra de
España’ narra, en primera persona, la experiencia bélica de una argentina en
los sucesos que marcaron la historia española del siglo XX.
En el libro,
editado por primera vez en 1976 y publicado ahora por Eudeba, Mika describe con
precisión y lucidez los episodios previos a la guerra, el clima de la época, la
tensión social, la amenaza militar y la organización de la resistencia, donde
ella y su marido, Hipólito, conformaron una columna de soldados pertenecientes
al Bando republicano.
“Madrid. Julio de 1936. La huelga de la construcción no lleva miras de arreglo.
En Cuatro Caminos y en Chamberí, en Barrios Bajos y en Las Ventas el hambre
ronda los hogares de los huelguistas. Menudean los choques en las obras. Todas
las noches hay petardos y tiros. La reacción quiere quebrar la huelga a toda
costa”, relata Mika en el comienzo del libro.
Y enseguida gráfica la situación: “Los señoritos de Falange ensayan la puntería
de sus pistolas ametralladoras. Tiran desde sus coches sobre las ventanas de
los sindicatos. Las calles de Madrid se llenan de rumores. Se habla del
descontento de los militares. Hay traslados de altos jefes del Ejército”.
Más adelante, es contundente: “Hay olor a pólvora en las calles madrileñas.
Todos sabemos que las derechas están tramando algo muy grave. El Gobierno es el
único que parece ignorarlo. El pueblo vigila”.
Mika Etchebéhère (Moisés Ville, provincia de Santa Fe, 14 de marzo de 1902 -
París, 7 de julio de 1992), nacida como Micaela Feldman, fue una militante
argentina que llegó a ser capitana de una milicia del Partido Obrero de
Unificación Marxista (POUM) en la Guerra Civil Española (1936-1939).
Nació en el seno de una familia judía escapada de los progroms de la época
zarista en Rusia; estudió Odontología en Buenos Aires y en los años
universitarios militó en diversos grupos anarquistas, comunistas y socialistas:
en ese contexto conoció a Hipólito Etchebéhère, un joven estudiante de
Ingeniería, de origen francés que fue su compañero de vida y militancia.
Ambos fueron testigos de la Semana Trágica -ocurrida entre el 7 y el 14 de
enero de 1919-, luego marcharon juntos a la Patagonia y después iniciaron su
viaje europeo: Berlín, donde escaparon del nazismo; París, donde fortalecieron
su militancia, y Madrid, donde Hipólito murió defendiendo las ideas
republicanas.
Una vez terminada la Guerra Civil Española, Mika logró escapar a París, donde
continuó su actividad política, se relacionó con los intelectuales de la época
y entre las amistades que mantuvo, se destaca la de un joven escritor llamado
Julio Cortázar, a quien ayudó ofreciéndole trabajos de traducción.
Casi cuarenta años después de la guerra, Mika tradujo su experiencia en “Mi
guerra de España”, libro que se publica por primera vez en París, en 1976 pero
antes le envía el manuscrito a un ya consagrado Cortázar, quien, al no
encontrar a la autora en su casa para hacerle una devolución, le escribe una
emotiva carta, reproducida en esta nueva edición.
Cortázar define
al manuscrito como “bello, necesario y eficaz, porque testimonia de algo que va
más allá de la guerra de España y que toca de lleno los problemas de nuestro
tiempo, su incesante desgarramiento y su invencible esperanza. Todo esto te lo
hubiera dicho mejor de viva voz, y te lo diré cuando nos veamos a mi vuelta”.
“Quisiera saber si tenés posibilidades de publicarlo; los editores, imbéciles
de nacimiento, suelen retroceder ante libros así, pero si yo puedo serte útil
en algo concreto, no vaciles en decírmelo”, escribe Cortázar.
Los impresionantes acontecimientos narrados en el libro fueron, además,
llevados al cine por los cineastas Fito Pochat y Javier Olivera bajo el título
“Mika, mi guerra de España”, un celebrado documental realizado por Motoneta
Cine, una productora que, junto a la editorial independiente Milena Caserola,
fue la responsable de la primera edición del libro en la Argentina.